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La clorosis del pepino es una infección que suele afectar a este cultivo de hortalizas. Puede dañar no solo los arbustos jóvenes, sino también los ya maduros que crecen tanto en el interior como en el exterior. Hay bastantes razones para el desarrollo de la enfermedad, pero las principales son el incumplimiento de las reglas para el cuidado de los pepinos o la falta de algún elemento.
Descripción y foto de clorosis.
La infección por clorosis está indicada por las hojas amarillentas de la planta, que con el tiempo comienzan a marchitarse y caerse. Si no se toman medidas a tiempo, los arbustos de pepino morirán. El primer signo de clorosis es la aparición de venas amarillas en los bordes de las láminas de las hojas. Primero, las hojas del pepino pierden parcialmente su color, comienzan a curvarse, los nuevos brotes se vuelven más pequeños y los cogollos se deforman. Poco a poco, la enfermedad progresa, las puntas de los brotes se debilitan y se secan, aparecen áreas serosas podridas en la planta. Si no se trata, se desarrolla un hongo mohoso que provoca la pudrición de las raíces del cultivo. Puedes ver con más detalle los arbustos de pepino que sufren clorosis en la foto de abajo.
La enfermedad se propaga rápidamente y sólo puede tratarse desde el principio.
tipos de enfermedad
En la naturaleza existen varios tipos de clorosis, cada uno de ellos es peligroso a su manera y aparece por diversas razones. Se encuentran los siguientes tipos de enfermedades:
- Infeccioso. Transmitido por insectos.
La especie infecciosa es causada por organismos patógenos, hongos, virus.
- No infeccioso. A menudo ocurre debido a condiciones climáticas desfavorables.
Una enfermedad no infecciosa puede ocurrir por falta de nutrientes, errores en el cuidado de los pepinos y al sembrarlos.
- Edáfico.
La enfermedad de tipo edáfico se presenta cuando hay mucha sal, cal en el suelo o durante periodos de fuertes lluvias.
- Carbonato.
La clorosis carbonatada es causada por altos niveles de álcali en el suelo.
Causas
La aparición de clorosis en los pepinos puede ocurrir por varias razones y, como señalan muchos jardineros, identificarlas es bastante problemático. Suelen radicar en una alteración en la formación de clorofila y, en consecuencia, en una baja actividad fotosintética. La clorosis a menudo ocurre debido a la falta de sustancias necesarias para el desarrollo normal de los pepinos. También puede deberse a una intoxicación de los cultivos.
La clorosis infecciosa puede comenzar debido a una posible infección de otras plantas o a la transferencia de esporas de bacterias y hongos por parte de insectos. Este tipo de enfermedad también se llama mosaico o manchado.
La clorosis no infecciosa se manifiesta cuando hay una deficiencia de hierro, azufre, zinc y otras sustancias útiles en el suelo. Ocurre con bastante frecuencia.
El desarrollo de clorosis también puede ocurrir por otras razones, por ejemplo:
- acidez del suelo: dificulta que las raíces absorban los elementos necesarios;
- plantación densa de arbustos, por lo que las raíces de los pepinos se apiñan y no reciben suficiente oxígeno;
- el daño a los arbustos en el momento de la recolección o la formación reduce la inmunidad del cultivo y aumenta su susceptibilidad a la clorosis;
- Drenaje del suelo de mala calidad: provoca una gran acumulación de agua cerca del sistema de raíces de la planta.
Con menos frecuencia, la clorosis puede ocurrir debido a la exposición a factores externos: luz solar insuficiente, corrientes de aire, organización inadecuada del riego de pepinos, temperatura demasiado alta o baja, alta humedad.
Los pepinos cultivados en invernadero suelen sufrir enfermedades debido al microclima especial del refugio y al suelo que rara vez cambia.
En particular, la causa de la clorosis es una cantidad insuficiente o excesiva de microelementos en el suelo.
Cómo tratar la clorosis en pepinos en invernadero.
Dado que la enfermedad es bastante tratable en la etapa inicial, es importante no perderse el momento de su aparición. Pero antes de iniciar el tratamiento conviene identificar la causa de la enfermedad, lo que no siempre es posible.
Para los pepinos cultivados en invernaderos, el sulfato de amonio no se puede utilizar para combatir la clorosis, ya que la película no lava el suelo. En los invernaderos, los cultivos de hortalizas se tratan con preparaciones sin lastre.
Añadiendo minerales
Para eliminar la clorosis provocada por la falta de microelementos, los jardineros suelen reponerlos. Para hacer esto, utilice la alimentación foliar o radicular de pepinos.
En diferentes situaciones se recurre al uso de determinados fármacos:
- para la deficiencia de hierro: Ferovit, Ferrylene, Micro-Fe, Chelate;
- debido al bajo contenido de calcio: ceniza de madera, cal, cáscaras de huevo;
- con falta de azufre - Kalimagnesia, Azofoska;
- debido a una deficiencia de magnesio: harina de dolomita, Mag-Bor, sulfato de magnesio;
- debido a niveles bajos de zinc: óxido de zinc, superfosfato.
Agrekop o Ferrylene se utilizan como remedios universales para combatir la clorosis del pepino. Pero estos medicamentos son adecuados sólo al comienzo de la enfermedad. En el momento del tratamiento se tienen en cuenta las condiciones climáticas y la extensión de la lesión. El procedimiento se lleva a cabo después de las siete de la tarde o hasta las diez de la mañana en un clima cálido y tranquilo.
Para determinar qué sustancia falta, es necesario examinar cuidadosamente las áreas afectadas de la planta. Determine la causa de la enfermedad, prestando atención a las siguientes características:
- Si hay venas delgadas en las láminas de las hojas de los pepinos con áreas intervenales entre ellas, primero las hojas jóvenes se vuelven amarillas o marrones, entonces la planta tiene deficiencia de hierro. Y si las zonas entre las venas se vuelven más claras, entonces, por el contrario, hay demasiada sustancia.
- Cuando las venas se vuelven amarillas, es una señal de que los pepinos no tienen suficiente azufre.
- Si las venas de las hojas inferiores se vuelven amarillas o marrones, significa que el cultivo necesita nitrógeno. Y si las láminas de las hojas comienzan a curvarse, hay demasiada sustancia.
- En caso de coloración amarillenta del espacio intervenal del follaje viejo de los pepinos y su palidez en el envés, se requiere fertilizar con magnesio. Pero si los verdes se oscurecen, significa que hay más minerales en el suelo de los necesarios.
- Si las láminas de las hojas comienzan a oxidarse a lo largo de los bordes, entonces los pepinos necesitan manganeso, y si aparecen manchas marrones en ellas, entonces su cantidad, por el contrario, es mayor de lo normal.
- Una señal de falta de potasio es la aparición de un color marrón en la vegetación sin amarillamiento inicial, y su exceso se indica por la aparición de patrones calados en el follaje de los pepinos.
El uso dosificado y rápido de productos químicos es la principal oportunidad para detener la clorosis
otros metodos
Cuando la clorosis de los pepinos no se produce debido a un desequilibrio de minerales, su adición al suelo no podrá proteger la plantación y otros métodos para combatir la enfermedad acuden al rescate:
- Si la enfermedad es causada por condiciones desfavorables, por ejemplo, anegamiento, se detiene el riego y se hacen zanjas de drenaje en las camas. Durante las heladas, fertilice los pepinos. Cuando se exponen a la luz solar, las plantas dan sombra.
- Si la clorosis comienza a progresar debido a un exceso de minerales, primero dejan de fertilizar el cultivo y luego intentan restablecer el equilibrio de los elementos.
- Si la causa de la enfermedad son las plagas, los pepinos se rocían con medios para destruirlas.
Además, es muy importante frenar la propagación de la clorosis. Para hacer esto, es imperativo que todas las partes dañadas de la planta se corten y se saquen del invernadero y del jardín. Es incluso mejor si se queman las hojas y los tallos de los pepinos infectados.
Medidas preventivas
Es mucho más eficaz prevenir la clorosis que tratarla, por lo que conviene prevenir la enfermedad: siga la tecnología de cultivo de pepinos, cuídelos adecuadamente y riéguelos moderadamente. Designe el área para los parterres en un lugar luminoso, no plante arbustos a poca distancia entre sí. Fertilice el suelo con materia orgánica y minerales de manera oportuna. En los casos en los que no está claro qué falta exactamente, es mejor utilizar complejos minerales especiales para pepinos, por ejemplo, Kemira Lux, Florist o Uniflor Micro.
Además, las medidas para prevenir la clorosis incluyen:
- desinfección de equipos;
- desinfección de suelo y material de siembra;
- control de plagas.
El tipo de enfermedad más peligrosa para los pepinos es la infecciosa.
Variedades resistentes a la clorosis.
Cada año, los criadores intentan desarrollar nuevas variedades de pepinos que se vuelven cada vez más resistentes a diversas enfermedades, incluida la clorosis. Actualmente, los siguientes híbridos tienen la mejor inmunidad:
- variedades de maduración temprana: Nightingale, Masha, Knyazhna, Primadonna, Lastochka, Boy-with-Palchik;
- variedades de maduración media: Zhuravlenok, Natalie, Murashka, Sudar, Pasadena, Benefit, Phoenix Plus, Octopus;
- pepinos tardíos – Leandro, Rodnichok, Golubchik.
Estas variedades de hortalizas rara vez sufren clorosis. Pero si no se siguen las tecnologías recomendadas al cultivarlos, la enfermedad tendrá todas las posibilidades de aparecer.
Conclusión
La clorosis del pepino es una enfermedad infecciosa del cultivo que se presenta cuando se expone a factores internos y externos. Para combatir el problema se utilizan varios compuestos químicos, cuya elección depende del tipo de enfermedad.En la etapa inicial, la enfermedad es fácilmente tratable, pero en una situación avanzada, es mejor destruir los arbustos de pepino afectados que permitir que se propague.