¿Puede una madre lactante comer fresas?

Las fresas durante la lactancia son uno de los alimentos más deseables y peligrosos. La mayoría de las madres desconfían de introducir esta baya en su dieta por temor a consecuencias como las alergias.

¿Puedo comer fresas durante la lactancia?

Las opiniones sobre lo que se le permite o prohíbe comer a una madre lactante cambian cada año. Y si antes los médicos limitaban estrictamente a las mujeres, excluyendo no sólo las fresas, sino también los cítricos, el repollo, las especias, los dulces y otros comestibles, ahora el punto de vista ha cambiado.

¡Importante! Es necesario introducir en la dieta de una madre lactante aquellos productos que suplirán la deficiencia de vitaminas y nutrientes tanto en el cuerpo de la mujer como del niño.

En cuanto a las fresas, puedes comerlas, pero sujeto a una serie de reglas.

Los máximos beneficios de comer bayas durante la lactancia son posibles si las compra a proveedores confiables.

Razones por las que se deben introducir frutas en la dieta con precaución:

  1. El cuerpo del bebé no se acostumbra inmediatamente a los factores agresivos del mundo exterior, cualquier impacto para él es estrés.
  2. Alergia a las fresas durante la lactancia. Si una madre puede comerlo sin restricciones, esto no significa que el niño no tendrá una reacción negativa en forma de erupción.Es de destacar que si a la madre no se le permiten fresas, es posible que el niño no herede este rasgo.
  3. Las bayas compradas fuera de temporada tienen un alto riesgo de contener nitratos, que son peligrosos no sólo para el cuerpo, el bebé, sino también para la mujer.

Los beneficios de las fresas para la lactancia

A las madres que amamantan les encantan las frutas por su rico aroma y sabor brillante. Pero la pulpa agridulce también contiene muchas sustancias útiles:

  • vitaminas A, C y B;
  • pectinas, fibra;
  • ácido fólico;
  • calcio;
  • yodo;
  • fósforo y potasio.

La pulpa no contiene grasas ni colesterol, pero sí nutrientes. Esto tiene un mayor impacto en el contenido calórico del producto. 100 g de fresas contienen 32 kcal. Si congelas frutas sin azúcar, esta cifra aumenta a 35 kcal. Las amas de casa que endulzan la pulpa aumentan su contenido calórico a 96 kcal.

100 g de fresas enlatadas con azúcar tienen 92 kcal. Pero si lo secas, 100 g de frutos secos representan 291,5 kcal.

El consumo razonable de fresas durante la lactancia tiene un efecto positivo en el funcionamiento del organismo en su conjunto.

Las mujeres que padecen hipovitaminosis o sangrado uterino deben incluir bayas en su dieta. Se pueden administrar fresas a madres lactantes con presión arterial alta y sistema inmunológico debilitado.

La mayoría de las sustancias beneficiosas de la pulpa son absorbidas por el cuerpo casi por completo. Pero los nutricionistas aconsejan a las madres que amamantan comer la fruta como postre. Esto se debe al alto contenido de ácidos orgánicos del producto, que pueden provocar irritación de las membranas mucosas del tracto gastrointestinal.

Los frutos secos tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Con su uso regular se puede observar un efecto diurético y antipirético.También se estimulan las funciones de la glándula tiroides, desaparecen la depresión y la apatía.

Reglas para comer fresas durante la lactancia.

Inmediatamente después del nacimiento del bebé, se recomienda abstenerse de incluir no solo bayas en el menú, sino también la mayoría de los alimentos durante 30 días. Es durante este período que comienza a funcionar el sistema digestivo, sensible a cualquier influencia.

En 1-2 meses de lactancia, tampoco debe experimentar con productos: el bebé puede desarrollar diarrea, cólicos y disbiosis intestinal. Se recomienda tener en cuenta que las fresas son un alérgeno fuerte que puede provocar sarpullido.

Durante 3-4 meses de lactancia, puede introducir bayas en su dieta. En ese momento, el sistema digestivo del niño estará más fuerte, por lo que la madre podrá comer 1 o 2 frutas frescas una vez a la semana.

La aparición de erupciones rojas en cualquier parte del cuerpo es una señal para revisar el menú de la madre.

A los 5-6 meses de lactancia, puede comer fresas activamente, siempre que la baya no haya causado ninguna complicación anteriormente. De lo contrario, deberá comenzar con 1 o 2 piezas cada 2 o 3 días. Si no hay efectos secundarios, se permite aumentar la cantidad.

A los 7-8 meses, tanto el bebé como la madre pueden comer fresas libremente. Pero conviene recordar que el uso excesivo del producto puede provocar erupciones cutáneas en ambos.

Las opciones para utilizar frutas son frescas o horneadas. Se permite una variación de agregarlos a compotas, bebidas de frutas y batidos. Está permitido introducir fresas enlatadas y secas en la dieta, pero se debe tener en cuenta la cantidad de azúcar en el producto terminado.

Contraindicaciones

La baya causa daño al cuerpo en las siguientes situaciones:

  • intolerancia individual al producto;
  • Cantidad excesiva de fruta consumida.

Las fresas tampoco serán beneficiosas si no están maduras o si se cultivaron en violación de los principios de la tecnología agrícola.

Definitivamente es imposible predecir el efecto adverso en el cuerpo por el consumo de bayas. Según los estudios, si se ingiere regularmente durante la lactancia, existe el riesgo de dañar el esmalte dental.

¡Importante! Está prohibido introducir frutas en la dieta de personas que toman Enalapril. Junto con las fresas, el medicamento sobrecarga los órganos internos, aumentando el riesgo de desarrollar disfunciones.

Se recomienda que las madres jóvenes que padecen malestar intestinal y diarrea, o con antecedentes de enfermedades crónicas del estómago y del páncreas, rechacen el tratamiento.

La norma para beber fresas por persona es de 300 g por día, lo que equivale a 25-30 bayas.

Conclusión

Las fresas durante la lactancia están permitidas para madres que no tengan contraindicaciones para su consumo. Para que la baya sea beneficiosa, es necesario tener en cuenta las características del niño y comprar el producto únicamente a proveedores confiables. La tasa de consumo depende de la tolerancia individual de los componentes de la fresa. Pero independientemente del período de alimentación, debes comenzar con 2-3 piezas por semana.

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