El calabacín es una parte integral de la parcela de cualquier jardinero aficionado. Ya no es posible imaginar la dieta diaria de una persona sin esta maravillosa verdura dietética. Los representantes de la especie calabacín son especialmente populares. Son valorados por su excelente sabor, apariencia y tamaño de fruto relativamente pequeño. Hoy hablaremos de la variedad Faraón, que, con razón, se ha ganado un gran número de corazones de los productores de hortalizas.
Descripción
El calabacín faraón es una variedad de maduración temprana. Es un tipo de calabacín. La planta es tupida, compacta, destinada a plantar en campo abierto. El período de maduración del cultivo es de 40 a 45 días. Las hojas y el tallo del calabacín son ligeramente pubescentes.
Los frutos tienen forma cilíndrica alargada, lisa. El color de una verdura madura es verde oscuro. En la fase de madurez biológica, los frutos adquieren un color más oscuro, cercano al negro. La longitud de la verdura es de 45 a 60 cm y el peso de un calabacín oscila entre 600 y 800 gramos. La pulpa es amarilla, tierna, crujiente y de sabor dulce.
El rendimiento de la variedad es alto, asciende a 650-1500 céntimos de producto terminado por una hectárea de jardín o 7-9 kg de calabacín por arbusto.
Entre las ventajas de la calabaza faraón, cabe destacar su resistencia a las enfermedades de podredumbre gris del fruto, así como su resistencia al frío.
En la cocina, la variedad de calabacín Faraón se utiliza para preparar primeros y segundos platos, encurtir y enlatar.
Características de cultivo y cuidado.
Las semillas de calabaza faraón se plantan en mayo-junio a una profundidad de 4-6 cm. La distancia entre los arbustos de la planta debe ser de al menos 70 cm. Esta condición debe observarse para el desarrollo armonioso de la planta y para evitar el oscurecimiento. de una planta por otra, así como para evitar la acumulación de exceso de humedad bajo el follaje, que puede provocar la pudrición del fruto.
El cuidado de las plantas incluye una serie de procedimientos estándar para la mayoría de las hortalizas:
- riego regular, especialmente durante la floración y fructificación;
- aflojar la tierra después del riego;
- supresión hierba, Mientras crecen;
- alimentar la planta con fertilizantes si es necesario;
- cosecha oportuna y regular.
Al poseer una serie de características positivas, la calabaza faraón sin duda será una maravillosa adición a su jardín. La variedad, como ya habrás notado por la descripción, deleitará a su dueño con deliciosas frutas hasta finales de otoño.
Puedes aprender a cultivar calabacines en un huerto móvil en el vídeo: https://youtu.be/p-ja04iq758