Chutney de grosellas rojas y negras

El chutney de grosellas es una de las variaciones de la famosa salsa india. Se sirve con pescado, carne y guarniciones para resaltar las cualidades gustativas de los platos. Además de su sabor inusual, el chutney de grosellas tiene toda una serie de propiedades beneficiosas. Esta salsa será un complemento saludable para la mesa en invierno.

Chutney de grosellas

El chutney es una salsa condimentada india popular hecha de frutas, bayas o verduras. Además de introducir nuevas sensaciones gustativas, la finalidad de esta salsa es estimular el apetito y estimular los procesos de digestión.

El chutney de grosellas es un depósito de vitaminas, que incluye:

  • ácido ascórbico;
  • tocoferol;
  • ácido nicotínico (B3);
  • adermin;
  • ácido pantoténico (B5).

Además, las grosellas rojas son fuente de importantes micronutrientes: calcio, fósforo, magnesio, zinc, cobre y hierro. Juntas, todas estas sustancias beneficiosas mejoran el sistema inmunológico, fortalecen el músculo cardíaco, limpian los vasos sanguíneos y aumentan la eficacia del tracto gastrointestinal.

El chutney tiene un agradable sabor agridulce con un toque picante.

Incluso un cocinero novato puede preparar chutney de grosellas. Primero, debe eliminar los restos de plantas (hojas, ramas) de las bayas y enjuagarlas con agua fría. Luego puede proceder directamente al proceso.

Requerido:

  • grosellas rojas – 1 kg;
  • azúcar granulada – 500 g;
  • vinagre de vino – 75 ml;
  • canela – 2 ramitas;
  • clavo – 8 piezas.;
  • pimienta de Jamaica (guisantes) – 5 piezas

Proceso de cocción:

  1. Coloque las bayas en una cacerola, agregue el azúcar, mezcle todo y déjelo durante 1-1,5 horas para que suelte el jugo.
  2. Coloque la sartén a fuego lento y cocine a fuego lento hasta que las grosellas estén completamente hervidas (60-80 minutos).
  3. Coloca la canela, el clavo y la pimienta en un mortero y muele hasta que quede suave.
  4. Agregue especias y vinagre a la salsa y cocine por otros 25-30 minutos a fuego lento, revolviendo constantemente.

Al conservarla para el invierno, la salsa picante se puede verter inmediatamente en frascos preesterilizados y cerrar con tapas. Una vez que las piezas se han enfriado, se almacenan en el sótano. Lo mejor es utilizar el chutney después de un par de días, cuando la salsa se haya infundido por completo y haya absorbido todos los sabores de las especias.

El chutney de grosellas complementa bien la caza, el pescado y los quesos.

¡Comentario! Lo mejor es añadir vinagre a la salsa en pequeñas porciones para poder ajustar el sabor.

Chutney de grosella negra

El picante chutney de grosella negra combina perfectamente con el pájaro. Puede prepararlo no solo con bayas frescas, sino también congeladas.

Requerido:

  • grosella negra – 350 g;
  • azúcar – 60 g;
  • agua – 50 ml;
  • vinagre balsámico – 50 ml;
  • clavo – 3 piezas.;
  • anís estrellado – 1 pieza;
  • sal y pimienta molida - ½ cucharadita cada una;
  • aceite refinado – 30 ml.

La salsa chutney de grosella negra quedará más exótica si le agregas jengibre

Proceso de cocción:

  1. Calienta el aceite en una cacerola y luego vierte las grosellas secas.
  2. Coloque los clavos y el anís estrellado a fuego medio durante 3-5 minutos.
  3. Muele las especias en un mortero.
  4. Agregue las especias y el azúcar, vierta el vinagre y cocine por otros 3 minutos.
  5. Agregue agua al chutney, hierva la salsa y cocine a fuego lento, revolviendo durante 30 minutos, hasta que la mezcla espese.
  6. Coloque el producto terminado en frascos y guárdelo en el refrigerador después de que se haya enfriado por completo.
  7. La salsa debe consumirse no antes de ocho horas después de su preparación, ya que debe infundirse.

El azúcar se puede sustituir por miel, así el sabor del chutney quedará mucho más rico.

¡Comentario! El vinagre balsámico se puede sustituir por una variedad de vino tinto o blanco.

Chutney de remolacha y grosella negra

La salsa de remolacha y grosella negra es muy beneficiosa para la digestión. Al mismo tiempo, tiene un bajo contenido calórico: sólo 80 kcal por 100 g.

Requerido:

  • remolachas medianas – 2 piezas.;
  • vinagre balsámico – 100 ml;
  • azúcar – 50 g;
  • grosella negra – 300 g;
  • clavo (molido) - en la punta de un cuchillo.

Puedes servir salsa de grosellas para el desayuno sobre una tostada o sobre una tortilla.

Proceso de cocción:

  1. Lave los tubérculos, séquelos, envuélvalos en papel de aluminio y colóquelos en el horno para hornear durante 1 hora (200°C).
  2. Una vez que las remolachas se hayan enfriado, córtalas en cubos.
  3. Vierta el azúcar en una sartén gruesa y llévelo a caramelizar.
  4. Agregue allí la remolacha, las especias y el vinagre balsámico.
  5. Cocine todo a fuego lento bajo la tapa durante 15-20 minutos.
  6. Agregue grosellas a la sartén y cocine a fuego lento la mezcla hasta que la masa de bayas y vegetales se vuelva suave y homogénea.
  7. La salsa se puede enrollar inmediatamente en frascos esterilizados o verter en recipientes herméticos, donde se puede conservar hasta que se enfríe por completo.

El chutney de remolacha y grosellas debe consumirse solo después de 10 a 12 horas.

Si lo desea, puede agregar jengibre, pimiento negro y rojo a la salsa para condimentar y reemplazar el vinagre con jugo de limón.

Conclusión

El chutney de grosellas es una salsa exótica que combina bien con platos de carne, pescado y verduras. No hay nada complicado en su preparación. Esta es la salsa calcetín perfecta para el invierno. Después de todo, cuanto más se infunde, más expresivo y rico se vuelve su sabor.

Deja un comentario

Jardín

flores