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La mayoría de las personas que no se dedican a la cría de animales ni a la medicina veterinaria no saben mucho sobre los toros. Existe la creencia común de que los toros no pueden tolerar el color rojo y algunos afirman que estos animales son completamente daltónicos. Para saber si hay algo de verdad en estas afirmaciones, hay que entender si los toros son daltónicos o no.
¿Es cierto que los toros son daltónicos?
A pesar de la creencia popular, los toros, al igual que las vacas, no son daltónicos en el pleno sentido de la palabra. El daltonismo es un trastorno de la visión en el que la capacidad de distinguir colores está total o parcialmente ausente. Esta anomalía puede ser causada por una lesión ocular o cambios relacionados con la edad, pero a menudo se hereda. Sin embargo, independientemente de si el daltonismo es adquirido o genético, es característico sólo de los humanos y de algunas especies de primates.
Los toros y otros animales bovinos no distinguen realmente todos los colores disponibles para los humanos. Sin embargo, esto se debe a la estructura de los órganos visuales y se observa en todos los representantes de esta especie y, por lo tanto, no se define como un trastorno. Por lo tanto, es imposible llamar a los toros daltónicos.
Características de la visión del ganado.
Para saber qué colores perciben los toros, es necesario conocer las características de los órganos visuales de estos artiodáctilos.
La estructura del ojo de los representantes del ganado es en muchos aspectos similar a la de los humanos. Está formado por el cuerpo vítreo, el cristalino y la membrana y está conectado al cerebro a través del nervio óptico.
La cubierta del ojo se divide convencionalmente en tres tipos:
- Exterior - incluye la córnea y la esclerótica. La esclerótica está unida a músculos que permiten que el globo ocular se mueva en la órbita. La córnea transparente conduce la luz reflejada por los objetos hasta la retina.
- Promedio - Está formado por el iris, el cuerpo ciliar y la coroides. El iris, como una lente, dirige la luz desde la córnea hacia el ojo, regulando su flujo. Además, el color de los ojos depende de su pigmento. La coroides contiene vasos sanguíneos. El cuerpo ciliar asegura la actividad del cristalino y favorece un óptimo intercambio de calor en el ojo.
- Interior o retina - convierte el reflejo de la luz en una señal nerviosa que va al cerebro.
Las células fotosensibles responsables de la percepción del color se encuentran en la retina del ojo. Son bastones y conos. Su número y ubicación determinan qué tan bien ve el animal durante el día, cómo se orienta en la oscuridad y qué colores percibe. Los científicos han descubierto que los toros y las vacas pueden ver en el espectro verde, azul, amarillo, rojo, negro y blanco, pero la saturación de estos colores es muy baja y sus matices en la percepción de los animales se fusionan en un solo tono.
Sin embargo, esto no impide que estos mamíferos existan plenamente, ya que no dependen del color para sobrevivir.Mucho más importante para ellos es la capacidad de visión panorámica. Las vacas, a diferencia de los humanos, debido a sus pupilas algo alargadas, pueden ver 330° a su alrededor. Además, reaccionan más rápido al movimiento en comparación con los humanos.
En cuanto a la distancia a la que los alcistas pueden ver ciertos objetos, no difiere en longitud. Estos animales tienen un punto ciego a una distancia de hasta 20 cm de la punta de la nariz; simplemente no pueden ver los objetos en esta área. Además, la claridad para distinguir objetos se pierde más allá de un radio de 2 a 3 m de ellos.
Otra característica de estos artiodáctilos es la visión nocturna. Con el inicio del crepúsculo, la visión de las vacas se agudiza cientos de veces, lo que les permite detectar a tiempo a hipotéticos depredadores que cazan principalmente de noche. Además, en la oscuridad, los ojos de vacas y toros tienden a brillar, como los de un gato, debido a un pigmento especial que refracta la luz de una manera especial.
El mito de los toros y el color rojo
En cuanto al mito de que los toros se vuelven agresivos cuando ven el color rojo, como ocurre con el daltonismo, esta creencia tiene una refutación científica. Como se señaló anteriormente, los alcistas en realidad reconocen el color rojo, aunque muy débilmente. Pero esto no tiene nada que ver con aumentar el nivel de agresión.
La creencia se remonta a las corridas de toros españolas, en las que los matadores, cuando se enfrentan a un toro, agitan una tela roja, una muleta, delante de él. Los feroces enfrentamientos entre bestia y hombre, combinados con un atributo tan espectacular, llevaron a muchos a creer que era el color brillante de la muleta lo que provocaba que el toro atacara. De hecho, la muleta puede ser absolutamente de cualquier color, ya que el animal no reacciona al color, sino a movimientos bruscos frente a ella.Lo hicieron rojo por motivos prácticos: hace que la sangre se note menos.
El enfado del toro también tiene una explicación. Para la actuación se utilizan animales de una raza especial, que son entrenados desde el nacimiento para mostrar agresividad. Antes de la pelea no se les da de comer durante un tiempo, por lo que el animal, que ya no es el más dócil, se irrita, y gracias a ello el espectáculo se vuelve más espectacular. El color carmesí sólo acentúa la atmósfera general de pasión. Por lo tanto, la expresión “como un trapo rojo para un toro” es sólo una hermosa expresión y no tiene base en la realidad.
Conclusión
La pregunta de si los alcistas son daltónicos o no puede responderse con seguridad de forma negativa. Los toros pueden distinguir varios colores, incluido el rojo. Sin embargo, el tono escarlata no les hace enojarse, como suele ocurrir en las películas. En realidad, la percepción del color no es tan importante para ellos como la visión en la oscuridad o los ángulos de visión amplios.