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Un toro con un aro en la nariz es algo bastante común y no se considera nada fuera de lo común. La imagen del animal ahora es prácticamente inseparable del anillo que pasa a través del tabique nasal, sin embargo, el origen de esta característica de la cría de toros sigue siendo desconocido para muchos. Pocas personas piensan por qué un toro necesita un anillo en la nariz. La respuesta a esta pregunta es sencilla: el anillo facilita el control de estos animales descarriados.
¿Por qué un toro tiene un aro en la nariz?
El toro es un animal de gran tamaño y temperamento duro. Es difícil conseguir de ellos obediencia, lo que deja su huella en la forma en que se cría a los toros en la finca. Como regla general, se colocan separados del rebaño y no se pasean con las vacas, ya que es difícil calmar a los toros si de repente se vuelven tercos o agresivos. En última instancia, otros animales y la propia persona pueden sufrir si no se tienen en cuenta las posibles medidas para influir en un toro enojado.
Además, a veces es necesario fijar al animal de forma segura en su lugar para su inspección o cualquier otra manipulación. Para eso está el aro de la nariz del toro.
En la mayoría de los casos, la única forma de someter a un animal es mediante el dolor. Esto requiere exposición a áreas sensibles del toro, que incluyen:
- orejas;
- ojos;
- nariz.
En estos lugares, el ganado tiene zonas con un umbral de dolor bajo.Así, la tensión del anillo, enhebrado a través del sensible tabique nasal, obliga al animal a seguir en la dirección indicada, facilitando enormemente el control sobre el mismo y reduciendo el riesgo de lesiones a otros.
No sólo los adultos, sino también los terneros se someten a perforaciones. La única diferencia es que los cachorros no necesitan un control especial. En este caso, el procedimiento es necesario para destetar a los animales jóvenes de su madre. El hecho es que en la nariz de las pantorrillas se inserta un anillo equipado con púas dirigidas hacia afuera. Cuando un toro joven presiona su hocico contra la ubre, el contacto causa dolor a la vaca, lo que hace que ella aleje a sus crías. Cuando el ternero pierde la costumbre de extraerse leche, se retira el anillo de la nariz.
Al procedimiento de perforación se someten principalmente animales reproductores con carácter pendenciero que no pueden controlarse por otros medios. Los alcistas tranquilos y equilibrados suelen evitar este procedimiento.
¿Cómo se realiza el procedimiento de perforación?
La edad óptima para perforar el tabique nasal es de 7 a 10 meses. El anillado puede ser realizado tanto por un veterinario como por una persona sin conocimientos médicos especiales si se estudian adecuadamente las instrucciones.
Se elige un anillo para ganado que sea fuerte y confiable. Su superficie debe ser lisa, sin protuberancias ni irregularidades. La sección transversal recomendada es de 1 cm, el material es acero inoxidable.
El procedimiento de timbre es el siguiente:
- El toro se fija mediante cuerdas, prestando especial atención a la posición de la cabeza.
- Luego, al hombre se le inyecta xilazina en la vena yugular, no más de 0,5 ml.Este medicamento reduce la actividad motora y facilita la cirugía.
- El siguiente paso es limpiar de secreciones la cavidad nasal del toro. Para hacer esto, use un hisopo de algodón.
- Se administra una inyección de novocaína (2%) en el tabique nasal.
- El extremo afilado del anillo, previamente desinfectado, se utiliza para perforar el tabique nasal, sujetarlo con unas pinzas y colocar un cierre especial en su lugar.
- Después de esto, se puede realizar una desinfección adicional de la herida.
- Tan pronto como el animal se recupera de la anestesia, se le inyecta un anestésico. Para estos fines es adecuado el medicamento Meloxicam. La anestesia repetida se realiza nuevamente entre 10 y 12 horas después del procedimiento de timbre.
Después de la operación, el toro se deja solo durante 10 a 15 días. Durante este tiempo, la herida no se toca, pero se examina periódicamente. Si es necesario, si la punción comienza a inflamarse, se desinfecta varias veces más. Cuando la herida cicatriza, el toro comienza a ser conducido poco a poco por el ruedo. Para mayor comodidad, está ligeramente levantado y asegurado con un cinturón en los cuernos. Por lo tanto, no interferirá con el animal. La presión sobre el anillo se realiza mediante un destornillador especial que termina en un gancho. Antes de sacar al toro del establo para que lo pasee o lo examine un veterinario, se le engancha al ruedo con un bastón. Sólo cuando el animal esté bajo control fiable se podrá sacar al exterior.
A pesar de la aparente simplicidad de las bandas, se recomienda que este procedimiento lo realice un veterinario. Hay varias razones para esto:
- Una persona sin experiencia puede dañar accidentalmente el tabique nasal.Como resultado, pueden comenzar procesos inflamatorios y descomposición de los tejidos si el daño no se trata a tiempo.
- Un movimiento descuidado puede causar un dolor innecesario al toro, lo que provocará una reacción completamente natural: el animal comenzará a resistir y, muy probablemente, causará lesiones a otros.
- El toro recuerda bien algunos colores. En particular, recordará cómo vestía la persona que realizó la operación y, en el futuro, puede reaccionar agresivamente ante el acercamiento del propietario con ropa de un color similar. Por tanto, es mejor confiar el piercing a una persona que no tenga contacto habitual con el hombre.
Puede obtener más información sobre por qué un toro necesita un aro en la nariz en el siguiente vídeo:
Conclusión
Un toro con un aro en la nariz es algo común en la granja. Para una persona no iniciada, tal "perforación" puede parecer inhumana, sin embargo, esta es una de las pocas formas en que se puede obligar a un animal a obedecer. Sin un anillo que pase a través del tabique nasal, es imposible trasladar el toro a otra habitación para que lo examine un especialista o enviarlo para su transporte. Los gritos y la violencia sólo enojarán aún más al macho, lo que puede provocar lesiones al personal que lo acompaña. Un dolor leve por la tensión del ruedo obliga al toro a obedecer y seguir a la persona.