Clorosis de las hojas de parra: causas y tratamiento, foto.

La clorosis de la uva es una enfermedad cuyo síntoma principal es el color amarillento de las hojas debido a la destrucción del pigmento verde: la clorofila. El trastorno puede deberse a una deficiencia de micronutrientes o una infección viral. En el primer caso se realiza alimentación foliar y radicular, en el segundo hay que destruir el arbusto.

¿Por qué es peligrosa la clorosis?

Clorosis es un nombre general para enfermedades que tienen síntomas similares pero causas diferentes. Afecta a las hojas de uva y otros cultivos. También puede propagarse a brotes y racimos. El peligro de la clorosis es que puede tener varias consecuencias adversas:

  • alteración de la nutrición de las raíces;
  • arbustos rezagados en desarrollo;
  • disminución del rendimiento;
  • deterioro de la resistencia a condiciones adversas, enfermedades y plagas.

Cuando se detectan los primeros signos de clorosis, es necesario aclarar la causa, ya que de ello depende el tratamiento. A continuación, debe tratar los arbustos de uva con fertilizantes foliares, fungicidas o soluciones preparadas de forma independiente según recetas populares.

Causas de la clorosis de la uva.

Las causas de la clorosis de la uva pueden estar asociadas con infecciones y falta de diversos microelementos. En el primer caso, el virus penetra a través del suelo o mediante portadores (plagas de insectos). Como resultado, aparecen manchas de color verde intenso en las placas de las hojas. En este caso, con el tiempo, la planta puede infectar los arbustos vecinos, lo que es peligroso para todo el viñedo y otros cultivos.

La clorosis no infecciosa de la uva se asocia con una deficiencia de ciertos elementos. Se observa especialmente en suelos arcillosos pesados, suelos infértiles con pH alto (7,5 o más), es decir. en un ambiente alcalino. En este caso, la desnutrición de las uvas puede estar asociada con la falta de uno o varios microelementos a la vez: azufre, magnesio, zinc, nitrógeno y otros.

Las principales razones que provocan el desarrollo de la enfermedad incluyen:

  • alcalinidad del suelo;
  • suelo arcilloso;
  • mayor contenido de hidróxido de calcio (cal apagada);
  • daño a los arbustos por portadores de enfermedades (nematodos del suelo, gusanos);
  • alimentación desequilibrada;
  • condiciones climáticas adversas a largo plazo.

También existen razones objetivas para la clorosis de la uva. Por ejemplo, determinadas variedades son más susceptibles a esta enfermedad que otras. Éstas incluyen:

  • Riesling;
  • Sultana negra;
  • Pinot Franco;
  • Saperavi;
  • Pinot Noir;
  • Traminer;
  • Aligote y otros.

La enfermedad afecta principalmente a las hojas.

¡Atención! La clorosis edáfica de la uva se clasifica en un grupo aparte.

Se asocia con una exposición prolongada a factores estresantes en los arbustos (fluctuaciones bruscas de temperatura, sequía, lluvias intensas, violación de las normas de riego). Las principales medidas de tratamiento son el cumplimiento de las reglas de cultivo y la fertilización regular.

Tipos y síntomas de clorosis.

Dependiendo de la causa, existen dos tipos de clorosis:

  1. Infeccioso - también llamado mosaico amarillo.
  2. No infeccioso: surge debido a la falta o ausencia total de compuestos de fósforo, hierro y otros elementos.

En el primer caso, el síntoma principal será la aparición de manchas pálidas o de color amarillo limón en la superficie del limbo de la hoja de parra. Se alternan con zonas verdes, dando como resultado una especie de patrón de “mosaico”. Luego las hojas comienzan a encogerse, a deformarse y los bordes se vuelven asimétricos.

La clorosis infecciosa (viral) de las uvas se puede detectar visualmente

Los primeros síntomas de daño aparecen ya cuando se forman las hojas jóvenes en abril. Luego, el color verde se recupera casi por completo y se podría pensar que la enfermedad ha desaparecido. El color amarillento permanece solo a lo largo de las nervaduras principales de las hojas. De hecho, el virus continúa infectando los tejidos y aparecen nuevos síntomas con bastante rapidez:

  • el arbusto se retrasa en el desarrollo y se debilita;
  • los brotes se forman con nudos cortos;
  • bayas de guisantes (se vuelven más pequeñas);
  • racimos poco atractivos.

En cuanto a los signos de clorosis no infecciosa, dependen del elemento que falte. Los síntomas principales se describen en la tabla.

Tipo de clorosis

Signos externos

Hierro

El follaje se vuelve amarillo, pero las nervaduras permanecen verdes; las hojas jóvenes se ven afectadas primero.

Magnesio

Las hojas primero cambian de color en los bordes, después de lo cual la enfermedad se propaga a toda la superficie. La placa puede adquirir un tinte rojizo o anaranjado.

Sulfúrico

Coloración amarillenta de las venas, luego de todas las hojas. Las láminas de las hojas jóvenes son las primeras en sufrir

Nítrico

Las nervaduras se vuelven blancas, tras lo cual toda la hoja pierde color (desde la parte central hasta los bordes). Las láminas de las hojas se secan y se caen.

Calcio

Flores y capullos que caen, mala formación de ovarios.

Métodos para combatir la clorosis de la uva.

La clorosis de las hojas de parra se puede tratar de diferentes formas. En primer lugar, es necesario establecer la causa. Si la patología está asociada con la propagación de un virus, es casi imposible afrontarlo. Solo queda cortar el arbusto, quemarlo y también destruir las hojas y ramas caídas y regar el tronco del árbol con una solución de permanganato de potasio (1%) o un fungicida.

Si la causa está relacionada con una deficiencia de algún elemento, es necesario determinar mediante signos externos qué sustancia le falta a la planta. Luego se realiza la alimentación foliar y radicular. Si no es posible diagnosticar de forma fiable el tipo de clorosis, es aconsejable aplicar un fertilizante complejo que contenga 5-6 microelementos.

El principal método de tratamiento es la alimentación foliar.

Remedios caseros

Los remedios caseros son seguros y bastante eficaces en las primeras etapas de la clorosis de la uva. Las siguientes recetas se utilizan para el tratamiento:

  1. Pulverizar las hojas con una solución de sulfato de potasio (70 g por 10 l) y ácido cítrico (10 g por 10 l).
  2. Decocción de cáscaras de cebolla – 500 g por 10 l. Hervir unos minutos, dejar reposar tres horas, filtrar y comenzar a procesar.
  3. Una solución de ácido ascórbico (200 g por 10 l) y sulfato ferroso (100 g por 10 l).
  4. También puedes clavar clavos oxidados en el círculo del tronco del árbol o limpiar el óxido y aplicarlo al suelo. Esta es una forma eficaz de eliminar la deficiencia de clorosis férrica.

Los remedios caseros se utilizan desde principios de primavera. En este caso, el tratamiento debe realizarse varias veces con un intervalo de cinco días hasta la completa eliminación de los síntomas.Si las manchas amarillas no desaparecen, significa que las uvas están afectadas por clorosis infecciosa (viral). Habrá que desenterrar el arbusto y destruirlo.

Preparaciones biológicas para la clorosis de la uva.

Se pueden utilizar agentes biológicos para tratar la clorosis de la uva. Son eficaces y seguros para humanos y plantas:

  • "Trichodermina";
  • "Fitosporina M";
  • “Respeto 25%”;
  • "Strekar" y otros.

Fungicidas

El tratamiento de la clorosis de la uva se realiza con sulfato de hierro. Se pueden utilizar otros fungicidas:

  • "Ferrovit";
  • "Mik-Reak";
  • "Ferrylene."

Técnicas agrotécnicas

Para tratar y prevenir la enfermedad se utilizan diversas técnicas agrícolas:

  1. Si aparece clorosis en las hojas de parra incluso en esquejes enraizados, esto indica claramente un mal estado del suelo. Se debe desenterrar el área y cubrir con 5 kg de compost o humus por metro cuadrado.
  2. Si hay mucha arcilla en el suelo, antes de plantar las plántulas, agregue hasta 1 kg de arena o aserrín (por 1 m2).
  3. Colocación de una capa de drenaje durante la siembra. Si el suelo es denso, es recomendable utilizar tuberías y piedra triturada.
  4. También puede plantar una mezcla de trébol y pasto al lado del viñedo; estas plantas ayudan a mejorar la estructura del suelo.
  5. Cumplimiento de las normas de riego, teniendo en cuenta las condiciones climáticas y las características de la variedad.

Las uvas deben cultivarse en suelos fértiles y sueltos.

Tratamiento preventivo

El tratamiento de la clorosis de la uva es bastante eficaz, especialmente si la enfermedad no está avanzada. Pero en cualquier caso, es más fácil prevenir el desarrollo de la patología que afrontar sus consecuencias. La principal medida preventiva es la aplicación de fertilizantes, así como la desinfección del suelo.

El procedimiento se lleva a cabo a principios de primavera, regando el tronco del árbol con una solución débil de permanganato de potasio (concentración del 1%).También puede utilizar una solución de fungicida: hierro, sulfato de cobre y otras preparaciones.

En cuanto a los fertilizantes, se deben aplicar en función de la variedad. El diagrama general es el siguiente (las cantidades se dan para un balde de agua de 10 litros):

  1. A mediados de abril, agregue nitrato de amonio (10 g), sal de potasio (5 g) y superfosfato (20 g).
  2. Antes de la floración utilizar gordolobo (3 kg) o una infusión de hierba cortada. Sin embargo, no se recomienda consumir excrementos de pájaros.
  3. En vísperas de la formación de los ovarios, se administran potasio, magnesio (10 g) y nitrato de amonio (20 g).
  4. 2-3 semanas antes de la cosecha, se añaden superfosfato (20 g) y sulfato de potasio (20 g).
  5. El abono final se puede realizar en septiembre, después de la cosecha. Deberá agregar una mezcla de ácido bórico, yoduro de potasio (1 g cada uno), sulfatos de manganeso y zinc (2 g cada uno), sal de potasio (10 g) y superfosfato (20 g).

En primavera y otoño, es necesario podar las ramas viejas y enfermas del arbusto. Es igualmente importante realizar tratamientos preventivos contra las plagas que puedan ser portadoras del virus del mosaico amarillo. Para ello se utilizan insecticidas biológicos, químicos y remedios caseros (infusión de ceniza de madera, polvo de tabaco, decocción de puntas de patata y tomate, infusión de ajenjo y otros).

Variedades de uva resistentes a la clorosis.

Otra medida preventiva eficaz es elegir variedades de uva para plantar que sean resistentes a la clorosis. Los expertos recomiendan prestar atención a las siguientes variedades: Saint Laurent, Pinot Meunier, Chasselas, Portugieser, Müller-Thurgau, Elbling, Muscatel, Liebmerger y otras.

Saint Laurent es una de las variedades de uva populares resistentes a la clorosis.

¡Importante! Incluso si el cultivo tiene buena inmunidad, el riesgo de infección no debe eliminarse por completo.Por tanto, se deben observar medidas preventivas en cualquier caso.

Conclusión

La clorosis de la uva suele tener causas no infecciosas. Si realiza varios tratamientos con preparaciones complejas, los síntomas de la enfermedad desaparecen gradualmente. Si un arbusto está infectado con un virus, es necesario desenterrarlo y quemarlo para que las plantas vecinas no sufran daños.

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