Tabletas de alcachofa de Jerusalén: instrucciones, revisiones.

Si consume regularmente alcachofa de Jerusalén para la diabetes mellitus, tanto en forma de medicamentos como como parte de una comida completa, puede mejorar significativamente su calidad de vida. La alcachofa de Jerusalén (o pera de barro) suaviza rápidamente los síntomas de la enfermedad y, por lo tanto, reduce la necesidad de insulina del cuerpo.

¿Es posible comer alcachofa de Jerusalén si se tiene diabetes?

El hecho de que sus fibras no contengan azúcar hace que la pera de barro sea especialmente atractiva para la diabetes. Por lo tanto, los diabéticos no sólo pueden, sino que incluso necesitan, incluir este producto en su dieta diaria: la alcachofa de Jerusalén no es capaz de provocar un aumento de azúcar en sangre.Por el contrario, la fibra y el polisacárido inulina contenidos en el tubérculo retrasan la entrada de glucosa en la sangre, por lo que el nivel de azúcar permanece sin cambios.

¡Importante! La alcachofa de Jerusalén tiene una alta concentración de vitamina A, que tiene un efecto beneficioso sobre la visión de los pacientes con diabetes.

Todas las partes de la planta son aptas para el consumo. Además, puedes comer alcachofa de Jerusalén en casi cualquier forma:

  • pastillas;
  • jugo;
  • infusión;
  • jarabe;
  • Te Cafe.

Las peras molidas también se añaden a guarniciones, sopas, ensaladas, productos horneados, etc. Además, el tubérculo se puede utilizar como sustituto natural del azúcar.

¿Cuáles son los beneficios de las tabletas de alcachofa de Jerusalén?

La principal diferencia entre el consumo de tubérculos de alcachofa de Jerusalén frescos y el polvo en cápsulas es que las tabletas no irritan las paredes intestinales. Además, la alcachofa de Jerusalén fresca puede provocar la formación de gases en los intestinos, lo que no es deseable para los diabéticos, ya que a menudo experimentan un aumento de las flatulencias. Tomar comprimidos carece de estos efectos secundarios: el polvo incluido en su composición es un producto procesado con un efecto más suave.

Los medicamentos más populares hechos con alcachofa de Jerusalén en el tratamiento de la diabetes incluyen:

  • "Litoral";
  • "CIMA";
  • "Neovitel";
  • "Topinato";
  • "Longevidad."

Sus beneficios se deben a la alta concentración de sustancias biológicamente activas necesarias para la diabetes de cualquier tipo: polisacáridos vegetales, vitaminas, hierro, zinc, fósforo, potasio. Después de un tratamiento prolongado con comprimidos de alcachofa de Jerusalén, los pacientes diabéticos experimentan los siguientes cambios en el cuerpo:

  • los niveles de glucosa en sangre disminuyen;
  • mejora el bienestar general;
  • pérdida de peso;
  • Se notan ligeras mejoras en la visión.
¡Importante! Si tiene niveles altos de azúcar, no puede combinar la alcachofa de Jerusalén con hojas de salvia y melisa; esto neutralizará una parte importante de las propiedades beneficiosas de la pera de barro.

Instrucciones de uso

Las instrucciones exactas para el uso de las tabletas de alcachofa de Jerusalén en polvo están indicadas en el empaque del medicamento; sin embargo, se puede observar un patrón general. La dosis óptima varía de 2 a 4 cápsulas por día. Se toman en una dosis media hora antes o durante las comidas, regada con agua.

El curso de tratamiento con tabletas de alcachofa de Jerusalén para la diabetes mellitus es de 4 a 5 semanas. Después de esto, es necesario tomar un descanso de 1 a 2 semanas y luego se reanuda el tratamiento.

¡Consejo! Para que el efecto del uso de cápsulas de alcachofa de Jerusalén sea notable, el tratamiento debe ser continuo. No se recomienda saltarse pastillas.

¿Cuáles son los beneficios de la alcachofa de Jerusalén para la diabetes?

Las propiedades beneficiosas de la alcachofa de Jerusalén para la diabetes mellitus se deben a la alta concentración de sustancias beneficiosas incluidas en su composición. Los tubérculos frescos y las preparaciones medicinales a base de polvo de alcachofa de Jerusalén contienen en grandes cantidades:

  • fibra;
  • fructosa;
  • pectina;
  • oligoelementos: hierro, silicio, zinc;
  • macroelementos: potasio, fósforo;
  • aminoácidos: lisina, histidina, metionina, etc.

Particularmente digno de mención es el valioso análogo natural de la insulina: la inulina, cuyo contenido en los frutos de la alcachofa de Jerusalén alcanza el 70-80%. Es gracias a este polisacárido que la alcachofa de Jerusalén reduce el azúcar en sangre, lo que ayuda a mejorar el funcionamiento del páncreas, eliminar toxinas del hígado y normalizar el funcionamiento del tracto gastrointestinal.

Además, los platos y medicamentos elaborados con pera de barro tienen los siguientes efectos en el organismo:

  • se fortalecen las paredes de los vasos sanguíneos, que a menudo se dañan con la diabetes;
  • aumenta la actividad de los mecanismos inmunológicos y la resistencia a las infecciones virales;
  • mejora el metabolismo de las grasas, lo que ayuda a combatir el exceso de peso, algo común en la diabetes mellitus;
  • aumenta la producción de glucógeno;
  • la absorción de glucosa ocurre más lentamente, lo que permite una distribución más productiva de la sustancia;
  • los niveles de colesterol en sangre disminuyen;
  • Se restablece la síntesis de hormonas suprarrenales y tiroideas.

Índice glucémico de la alcachofa de Jerusalén

El índice glucémico se basa en la rapidez con la que el cuerpo absorbe los carbohidratos y los convierte en glucosa. La alcachofa de Jerusalén tiene el índice glucémico más bajo: solo 13-15.

Los beneficios de la alcachofa de Jerusalén para la diabetes tipo 1

Para la diabetes tipo 1, los beneficios de la alcachofa de Jerusalén son los siguientes:

  • El consumo regular de peras de barro puede reducir la ingesta de medicamentos a base de insulina;
  • la degradación de la glucosa se produce a lo largo de la vía de reserva (glucólisis), donde no se requiere una producción intensiva de insulina;
  • Los niveles de azúcar en sangre disminuyen, lo que hace que las células pancreáticas produzcan más activamente su propia insulina.
¡Consejo! Para la diabetes tipo 1, los tés e infusiones de las hojas y tubérculos de la alcachofa de Jerusalén son especialmente útiles.

Los beneficios de la alcachofa de Jerusalén para la diabetes mellitus tipo 2

Las propiedades beneficiosas de la alcachofa de Jerusalén para la diabetes tipo 2 son las siguientes:

  • se mitigan los síntomas de la diabetes tipo 2;
  • aumenta la sensibilidad celular a la insulina (es decir, disminuye la resistencia a la insulina);
  • su propia insulina comienza a producirse de forma más activa;
  • mejora el metabolismo de las grasas;
  • el nivel de colesterol en sangre disminuye, lo que previene un mayor desarrollo de la aterosclerosis, que a menudo actúa como una complicación de la diabetes tipo 2;
  • pérdida de peso;
  • Se normaliza el funcionamiento de las glándulas suprarrenales, la glándula tiroides y las gónadas.

Qué se puede preparar con alcachofa de Jerusalén: recetas para diabéticos

Los tubérculos de pera de barro crudos tienen un sabor muy diferente al de los cocidos. En el primer caso, son en muchos aspectos similares a los tallos de repollo, en el segundo, a las batatas. De hecho, la alcachofa de Jerusalén se puede utilizar fácilmente en lugar de patatas en muchos platos. Conserva bien su rica composición vitamínica después del tratamiento térmico: hervir, guisar, freír, hornear, etc. Además, los platos de alcachofa de Jerusalén para diabéticos incluyen una variedad de sopas, ensaladas y productos horneados.

La receta para hacer una cazuela dietética de alcachofas de Jerusalén para la diabetes se ve así:

  1. Los tubérculos de alcachofa de Jerusalén se rallan en un rallador grueso y se cuecen a fuego lento. Puedes agregar sal o pimienta a la verdura rallada al gusto.
  2. Después de eso, la masa resultante se distribuye uniformemente sobre una bandeja para hornear y se vierte con una mezcla de sémola, leche y huevos.
  3. De esta forma, la bandeja para hornear se coloca en el horno durante 30 minutos a una temperatura de 180 °C.

Un postre igualmente popular para los diabéticos son las tortitas de alcachofa de Jerusalén, que se pueden preparar según la siguiente receta:

  1. Se pelan 400 g de peras de barro y se rallan en un rallador grueso.
  2. La suspensión resultante se vierte con 0,5 litros de yogur. Luego se agregan a la mezcla harina (3 cucharadas), huevos (2 piezas) y refresco (1/2 cucharadita).
  3. Después de eso, la masa se vierte en porciones en una sartén caliente y los panqueques se fríen por ambos lados hasta que estén dorados.

La sopa de verduras con alcachofa de Jerusalén es muy sabrosa:

  1. Se vierten varios tallos de ortiga tierna con agua hirviendo y se mantienen en agua durante aproximadamente 1-2 minutos.
  2. Luego debes picar finamente las ortigas y 10 hojas de acedera en tiras largas.
  3. El siguiente paso es cortar una cebolla grande en cubos y freírla en aceite de maíz. Después de esto, vierte unos 20 g de harina en la sartén y deja que la cebolla hierva a fuego lento durante otros 2 minutos. Es importante revolver las cebollas con regularidad.
  4. Luego pele y pique finamente 2-3 tubérculos de pera de barro.
  5. Vierta 2 litros de agua en la sartén. Tan pronto como empiece a hervir, agregue las verduras, el aderezo y las hierbas al agua.
  6. El contenido se hierve durante aproximadamente media hora y luego se deja hervir a fuego lento durante otros 10 minutos.

El caviar de pera es muy popular entre los diabéticos. La receta de cocina se ve así:

  1. El tubérculo picado se seca y se muele nuevamente en una licuadora. También puedes utilizar una picadora de carne.
  2. Pimienta y sal al gusto la papilla de verduras resultante. Luego la mezcla se vierte con pasta de tomate, zanahorias ralladas y cebollas finamente picadas.
  3. La masa resultante se agita bien y se coloca en un horno a fuego lento durante una hora.
  4. Después de esto, se puede conservar el caviar de alcachofa de Jerusalén.

Otra receta sencilla: alcachofa de Jerusalén frita con cebolla verde:

  1. Se lavan bien 600 g de alcachofa de Jerusalén, se pelan y se cortan en rodajas finas, se espolvorean con pimienta y sal al gusto.
  2. Verter la pera de barro en una sartén precalentada, untada con aceite vegetal (3 cucharadas) y freír a fuego medio durante unos 20-25 minutos. Es importante remover el contenido de la cacerola con regularidad.
  3. La alcachofa de Jerusalén preparada se sirve como plato aparte o guarnición. Para darle sabor, se recomienda espolvorear el plato con cebollas verdes finamente picadas y agregar crema agria.
¡Importante! Puede preparar muchos platos deliciosos para diabéticos con alcachofa de Jerusalén, sin embargo, la pera de barro traerá el mayor beneficio al cuerpo en su forma cruda.

Los beneficios del jarabe de alcachofa de Jerusalén para la diabetes

El jarabe de alcachofa de Jerusalén tiene grandes beneficios para los diabéticos. En primer lugar, se puede añadir como edulcorante natural a postres, productos horneados, café o té. Esto facilita la transición a una dieta estricta. En segundo lugar, el jarabe de pera de barro no provoca una intensa formación de gases, como ocurre después de comer tubérculos crudos.

Puedes comprar el almíbar en la tienda o hacerlo tú mismo. El proceso de cocción es el siguiente:

  1. Se lavan bien 0,5 kg de tubérculos con agua corriente, se secan y se cortan finamente. También puede moler el tubérculo con una picadora de carne o una licuadora.
  2. Después de eso, la masa resultante se envuelve en una gasa y se exprime el jugo.
  3. El jugo de alcachofa de Jerusalén (1 litro) se diluye con agua en una proporción de 1:1.
  4. Luego la mezcla resultante se vierte en un recipiente de vidrio y se mantiene en un baño de agua durante unos 40 minutos a una temperatura de al menos 50 °C.
  5. Tan pronto como la masa de almíbar comience a espesarse, agréguele el jugo de un limón. Después de eso, la mezcla se agita bien y se retira del baño de agua.
  6. El almíbar preparado se cierra herméticamente y el recipiente se envuelve en una manta. De esta forma, el jarabe se infunde durante aproximadamente 6 a 8 horas.

El almíbar resultante de pera y limón se conserva solo en el refrigerador. Así, el producto no perderá sus propiedades beneficiosas durante 10 a 12 meses.

Hojas de alcachofa de Jerusalén para la diabetes

En el tratamiento de la diabetes, solo se utilizan principalmente los tubérculos de la pera de barro, sin embargo, las hojas del tubérculo también contienen una gran cantidad de sustancias útiles. Se pueden secar y preparar en tés, café o infusiones.

Una infusión de hojas de alcachofa de Jerusalén se elabora de la siguiente manera:

  1. Las hojas se secan y se trituran, junto con las flores.
  2. 3-4 cucharadas. l. Las hojas trituradas vierten 1 litro de agua hirviendo.
  3. La mezcla resultante se infunde durante 24 horas, después de lo cual la infusión está lista para su uso.

Beba una decocción de hojas de pera para la diabetes mellitus 3 veces al día, ½ cucharada.

El uso prolongado de una infusión de hojas de alcachofa de Jerusalén para la diabetes ayuda a normalizar los niveles de azúcar en sangre, estimula los procesos metabólicos y, por lo tanto, promueve la pérdida de peso.

Jugo de alcachofa de Jerusalén para la diabetes

Para la diabetes de cualquier tipo, se recomienda introducir en la dieta jugo de alcachofa de Jerusalén recién exprimido, ya que es en forma cruda donde el tubérculo puede aportar el mayor beneficio. Prepare el jugo inmediatamente antes de su consumo según el siguiente esquema:

  1. El cultivo de raíces se lava, se pela y los tubérculos se cortan finamente en trozos pequeños.
  2. Exprima aproximadamente ½ cucharada de ellos. jugo
  3. El líquido resultante se diluye con agua en una proporción de 1:1, después de lo cual el jugo está listo para su uso. En su forma pura, la bebida puede estar demasiado concentrada.

Dosis recomendada: ½ cucharada. 3 veces al día 20 minutos antes de las comidas. El curso del tratamiento tiene un promedio de 3-4 semanas.

¡Importante! El jugo de alcachofa de Jerusalén no solo reduce los niveles de azúcar en sangre en los diabéticos, sino que también ayuda a eliminar la acidez de estómago al reducir la acidez del jugo gástrico.

Preparaciones de alcachofa de Jerusalén para diabéticos.

La alcachofa de Jerusalén se congela y se seca principalmente durante el invierno, pero los métodos de preparación de la verdura no se limitan a esto. La pera molida también se puede fermentar o convertir en mermelada; de esta forma, los tubérculos conservan completamente las propiedades curativas del producto.

Las peras en escabeche se preparan según el siguiente esquema:

  1. El tubérculo se lava con agua corriente, se le quita la cáscara, se corta en trozos pequeños y se vierte herméticamente en un frasco preesterilizado.
  2. Se diluye 1 litro de agua con aproximadamente 30 g de sal, después de lo cual la salmuera resultante se vierte en el tubérculo pelado.
  3. Los tubérculos llenos de salmuera se colocan bajo presión y se mantienen cerca de un radiador o calentador durante aproximadamente 2 días. Luego, el frasco se traslada a un lugar oscuro y fresco.
  4. Después de 12 a 14 días, se puede servir la alcachofa de Jerusalén en escabeche.
¡Importante! La alcachofa de Jerusalén en escabeche conserva sus propiedades beneficiosas durante 8-9 meses.

La mermelada de pera se prepara de la siguiente manera:

  1. Se corta la pulpa (1 kg) de la calabaza y se ralla. Hacer lo mismo con los tubérculos de limón (1 ud.) y pera (1 kg).
  2. La masa rallada se mezcla bien, se añade azúcar (250 g) y se deja en infusión.
  3. Luego la mezcla se transfiere al fuego y se cocina a fuego medio hasta que hierva. Después de que hierva el agua, mantén la mermelada en la estufa durante otros 5 minutos.
  4. Cuando la mermelada se haya enfriado un poco, se vierte en frascos esterilizados.
  5. Los contenedores se atornillan bien y se cubren con una manta durante un día. Después de eso, la mermelada se guarda en el frigorífico o en el sótano.
¡Importante! Para preparar preparaciones de alcachofa de Jerusalén para el invierno, se pueden utilizar todas las partes de la planta, sin embargo, son los tubérculos los que contienen una gran proporción de sustancias beneficiosas necesarias para el tratamiento de la diabetes.

Contraindicaciones de uso

Los efectos beneficiosos de la pera de barro en el tratamiento de la diabetes de cualquier tipo son obvios, sin embargo, incluso un producto tan útil tiene una serie de contraindicaciones:

  • los tubérculos de alcachofa de Jerusalén crudos a menudo provocan una mayor formación de gases en los intestinos, por lo que es mejor que las personas con flatulencia usen pastillas o jarabe de pera de barro para tratar la diabetes;
  • ante los primeros signos de una reacción alérgica, conviene eliminar la alcachofa de Jerusalén de su dieta y consultar a un especialista;
  • No debes comer alcachofa de Jerusalén si tienes inflamación del páncreas;
  • La alcachofa de Jerusalén tiene un efecto colerético en el cuerpo humano, por lo que, en caso de colelitiasis, se debe reducir al mínimo el consumo de tubérculos;
  • Se recomienda excluir los tubérculos de la dieta para la pancreatitis y las úlceras de estómago.

Además, es importante observar la moderación en todo. No se debe abusar de alimentos y medicamentos a base de alcachofa de Jerusalén.

Puede obtener más información sobre las propiedades beneficiosas de la pera de barro para la diabetes en el siguiente vídeo:

Conclusión

Los médicos recomiendan consumir alcachofa de Jerusalén para la diabetes por una razón: no solo es un verdadero depósito de vitaminas, sino también un sustituto natural del azúcar extremadamente valioso. Además, la alcachofa de Jerusalén prácticamente no tiene contraindicaciones, lo que permite incluir el tubérculo en la dieta de los niños pequeños. Sin embargo, no importa cuán útil sea la pera de barro, no debes confiar únicamente en sus propiedades curativas. El tratamiento más eficaz para la diabetes será únicamente con un enfoque integrado de la enfermedad, que incluye un estilo de vida activo, una dieta y seguir las recomendaciones del médico.

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