¿Necesito lavar el ajo después de desenterrarlo para guardarlo?

En Rusia, el ajo se cultiva en todas partes. Y aunque plantar y cuidar el cultivo no supone dificultades, no muchos consiguen conservar la hortaliza hasta el invierno. Por lo tanto, los jardineros buscan diversas formas de aumentar el tiempo de almacenamiento. La necesidad de lavar el ajo después de la cosecha tiene un impacto directo en el momento adecuado.

¿Es posible lavar el ajo antes de guardarlo?

Después de la cosecha, el ajo generalmente se limpia a mano de la tierra y se almacena inmediatamente. Está prohibido lavar verduras, especialmente las variedades de primavera. También es recomendable no mojar los ajos de invierno a menos que sea necesario. La saturación de la cabeza con humedad tiene un efecto negativo sobre la duración del almacenamiento.

¡Atención! Si lava el ajo después de excavarlo antes de secarlo, debe consumirlo a más tardar un mes después.

Sin embargo, existen métodos para almacenar verduras que implican una limpieza en húmedo. Se debe lavar cuando la cebolla se guarda en rodajas.

La cosecha pelada dura más y, después del secado, el propietario puede desechar el material demasiado humedecido.

Se permite lavar la planta después de la cosecha cuando se necesitan rodajas en su forma purificada. Para conservarlos se rellenan de aceite. Cuando se almacena de esta manera, el producto se procesa y es imposible no enjuagarlo y secarlo antes de su uso.

Se recomienda almacenar las variedades de primavera e invierno con cabezas que no estén completamente limpias de tierra. Después del secado, la tierra se caerá por sí sola y a partir de ella se podrá juzgar la finalización del proceso.

¡Atención! Se debe lavar la cosecha que se va a recolectar. Por ejemplo, el cultivo a menudo se sumerge en frascos de vidrio como condimento para pepinos.

Si la limpieza se realizó en un día claro de verano, no es necesaria una limpieza húmeda. Basta con cepillar la tierra con guantes. La humedad, por el contrario, sólo “pega” más suciedad al ajo. Cuanto menos lave la cebolla, más durará.

Por qué no deberías lavar el ajo después de cosecharlo

Los botánicos advierten: el ajo es higroscópico. Esto significa que la verdura absorbe líquido fácilmente. El ajo no se debe lavar después de la cosecha, ya que esto puede provocar que brote y todas las vitaminas beneficiosas contenidas en la fruta irán a los tallos.

Otro problema del exceso de riego es la pudrición. Si almacena un producto húmedo, pronto solo quedarán pequeñas áreas del cultivo que no estén cubiertas de moho.

Si es correcto lavar el ajo después de cavarlo o no, depende de si planeas usarlo en un futuro próximo. En caso afirmativo, el producto debe lavarse.

En otros casos, las espigas no se tratan previamente después de la cosecha para aumentar el tiempo de almacenamiento.

Secar ajo mojado

Si lava el producto después de limpiarlo, debe secarlo rápidamente. Para ello se utiliza una secadora eléctrica, que seca completamente la verdura evitando la aparición de moho. Siguiendo métodos naturales (secado bajo un dosel en la calle o en casa sobre una ventana), el propietario corre el riesgo de que las cabezas se pudran, aunque el riesgo, hay que decirlo, es mínimo.

Cuando los cultivos están expuestos a la lluvia o la cosecha se realiza en tiempo húmedo, se deben tomar medidas rápidamente. Eso sí, la mejor solución sería dejar los ajos en el huerto para un día más. Pero si esto no es posible, sécalo tú mismo.

El período de secado del ajo es de aproximadamente una semana. Un producto húmedo tarda el doble. El cultivo que se moja con la lluvia se seca durante 15 a 20 días más. Si no hay secadora eléctrica, después de la cosecha la planta se traslada inmediatamente al interior.

Cuando aparecen los rayos del sol, el ajo se puede sacar al exterior, bajo un dosel.

Cómo hacer que el ajo parezca comercializable

Para darle al producto una apariencia hermosa, es necesario limpiarlo. No es necesario lavar los ajos, pero está permitido. En este caso, no te olvides de las reglas:

  1. No es necesario mantener la verdura bajo el agua corriente: cuanta menos humedad reciban las cabezas, mejor.
  2. Si hay suciedad en la bombilla, primero se debe quitar con un cepillo y luego enjuagar bajo el grifo. Esta secuencia se justifica por el hecho de que el propietario dedicará menos tiempo a intentar eliminar un trozo de suciedad con un chorro de agua. En consecuencia, el ajo recibirá menos humedad.
  3. Al limpiar mecánicamente, trate de no exagerar con la presión. La presencia de rayones indica que el ajo no durará mucho después de la cosecha.
  4. Después del lavado, las materias primas se colocan por separado para su secado. Trate de no secar el ajo mojado bajo la luz solar directa. La radiación ultravioleta destruye las sustancias beneficiosas contenidas en el interior de la planta y pierde su valor original.
  5. Los cultivos secos deben rociarse con sustancias absorbentes antes de almacenarlos. Absorberán el exceso de humedad. Estas sustancias incluyen sal, cáscaras de ajo y cebolla. El follaje y la paja se comportan un poco peor.
¡Atención! Los absorbentes de alta calidad no se utilizan en la práctica de jardinería debido a su elevado coste.

En lugar de lavar el ajo después de la cosecha, es mejor considerar otros métodos de limpieza:

  1. Mamparo. Los propios bulbos se limpian de suciedad durante el sacrificio, simplemente frotando las cabezas entre sí.
  2. Limpiando. Puedes quitar la suciedad con las manos recogiendo la fruta y realizando ligeros movimientos circulares. Lo principal es no ejercer una fuerza excesiva.
  3. Agitar. Después del secado, las materias primas se colocan sobre un colador y se agitan. La tierra se caerá de los bulbos, pero el material en sí no sufrirá ningún daño.

Almacenar bulbos no es diferente a almacenar otras verduras.

Para ello no se requieren reglas especiales, pero tampoco hay que descuidar la inspección: la alta humedad reduce el tiempo de almacenamiento. Por lo tanto, el producto debe lavarse sólo en casos extremos o antes de su uso directo.

Conclusión

Por supuesto, cada uno decide si lavar o no el ajo después de la cosecha. Pero conviene recordar los peligros que conlleva el exceso de riego. Una verdura higroscópica absorbe la humedad muy rápidamente y, por lo tanto, puede enmohecerse y pudrirse. Los expertos aconsejan utilizar otros métodos de limpieza.

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